La casa se ubica en una quebrada enmarcada por lagunas y una cancha de golf de 18 hoyos. El terreno se orienta al noreste donde se encuentran las mejores vistas. La casa se resolvió a través de dos volúmenes alineados de diferentes alturas. El volumen más alto y permeable (vidrio y columnas de hierro) donde se encuentran el estar, el comedor y la cocina con sus áreas de servicio, abraza a un volumen más bajo y más ciego (tabiques de hormigón y madera) donde se encuentran los dormitorios y las áreas más íntimas.

La transparencia del volumen principal con grandes ventanales corredizos que dejan la estructura metálica al desnudo, refuerzan este concepto de integración mimetizando la casa al paisaje. 

La elección de los materiales  de la casa tanto en el exterior como en el interior  muestran  al material en su estado natural para  definir  la paleta de colores de los muros , pisos y techos:  la gama de grises del Hormigón visto , pisos de cemento alisado y la piedra se conjugan armoniosamente con los colores terrosos de la madera de las paredes y los decks con sutiles líneas negras  de los  perfiles de acero de las columnas y carpinterías de aluminio. 

Las expansiones son contenidas con muros tipo bancos de piedra para generar terrazas escalonadas hacia la laguna y separar el suelo virgen  del terreno con la inmediatez de la casa.