La fachada, que ocupa el máximo de frente permitido, brinda un gran pórtico que recibe a los habitantes y amigos.
El espacio central en doble altura no solo permite la entrada de luz a toda la casa, sino también hace que se disfruten las noches tupidas de estrellas, desde ambas plantas. Destacamos en este volumen también, el gran espacio de fuego, revestido con microcemento.
Primamos la fusión de los espacios para generar momentos a lo largo de la vivencia del hogar y siempre pensando en compartir con amigos y familia. En la cocina instalamos una gran isla con desayunador y anafe. El comedor y living integrados en un mismo ambiente. Y ventanas en hierro y vidrio, que se abren para integrarse al espacio de parrilla.
La suite principal se abre sobre el espacio de doble altura y balconea a la misma, disfrutando a través de los altos ventanales las vistas del barrio y noches luminosas.