La vivienda se emplaza en pendiente suave, permitiéndonos tomar la decisión de no intervenir el suelo natural.   

El extremo del volumen donde se encuentra el programa común (quincho, living, comedor y cocina) se posó directamente sobre el suelo con la mínima dilatación posible, logrando una conexión inmediata con el entorno

A medida que el programa se vuelve más privado, la casa se eleva progresivamente del suelo, alcanzando casi dos metros de altura en su extremo oriente respecto al nivel natural.
Para minimizar los puntos de contacto con el terreno, se decidió reducir a la mitad los dados de fundación, resultando en pilares agrupados en «racimos». Formalmente, la cubierta asimétrica de tres aguas resalta el acceso principal y crea una doble fachada. Esto permite que la casa se aprecie con un techo plano en la elevación norte y con un techo de dos aguas en la elevación sur.